jueves, 24 de julio de 2014

POEMAS EN LOS CUALES SE VE REFLEJADO LA PALABRA AMOR

AMADA

El duro son de hierro tornaré melodía
Para cantar tus ojos! -violetas luminosas-
La noche de tu negra cabellera y el día
De tú sonrisa, pura más que las puras rosas.

Tú vienes con el alba y con la primavera
Espiritual, con toda la belleza que existe,
Con el olor de lirio azul de la pradera
Y con la alondra alegre y con la estrella triste.

La historia de mi alma es la del peregrino
Que extraviado una noche en un largo camino
Pidió al cielo una luz... y apareció la luna;
Pues, estaba de un viejo dolor convaleciente,
Y llegaste lo mismo que una aurora naciente,
En el momento amargo y en la hora oportuna.

Libro del amor, 1915-1917

DIVAGACIONES SENTIMENTALES

Princesa de los ojos floridos y románticos
Que vierten una suave luz purificadora,
Por quien deshojo todos los lirios de mis cánticos
Y hay en mis negras noches esplendores de aurora;

Sé que tus manos leves no estrecharán las mías,
Ni probarán mis labios lo dulce de tu boca;
Que por el lago azul de mis melancolías
no pasará tu esquife blanco de reina loca:

Y, sin embargo, te amo desesperadamente
Y como un ciego voy tras tus amadas huellas;
O elevo mis canciones, como un niño demente
Que alza las manos para alcanzar las estrellas!

Toda mi inútil gloria no vale lo que el oro
De tu risa o un rayo de tu mirar profundo.
Mujer -carne de nardos y de estrellas, tesoro
Celeste que ilumina la conciencia del mundo.

Tú, que haces florecer jazmines en el lodo,
Y siendo fuente humana das el divino verso,
Tienes por arma el llanto, la risa, el beso, todo
Lo fragante y lo puro que tiene el Universo!...

Mujer, Diosa o Esfinge, mi corazón quisiera
Ser una roja adelfa a tu seno prendido
Que tu boca -rosado vampiro- me sorbiera
La nostálgica y pura fragancia de mi vida!

Como esos monjes pálidos de que hablan las leyendas,
Espectros de las negras crujías conventuales,
Yo quiero abandonar las escabrosas sendas
En que urde el Mal sus siete laberintos fatales.

Encerraré en un claustro mi dolor exquisito
Y a solas con mis sueños cultivaré mis rosas;
Mi alma será un espejo que copie lo Infinito,
Más allá del humano límite de las cosas...

Tal ha de ser mi vida de paz... hasta que un día,
En la devota celda, me encuentren los Hermanos,
Moribundo a los pies de la Virgen María,
Teniendo tu amarillo retrato entre mis manos!

Divagaciones sentimentales, 1915-1916

LLAMÉ A TU CORAZÓN...

Llamé a tu corazón... y no me ha respondido...
Pedí a drogas fatales sus mentiras piadosas...
En vano! contra ti nada puede el olvido:
He de seguir de esclavo a tus plantas gloriosas!

Invoqué en mi vigilia; la imagen de la Muerte
Y del Werther germano, el recuerdo suicida...
Y todo inútilmente! el temor de perderte
Siempre ha podido más que mi horror a la vida!

Bien puedes sonreír y sentirte dichosa:
El águila a tus plantas se ha vuelto mariposa,
Dalila le ha cortado a Sansón los cabellos;

Mi alma es un pedestal de tu cuerpo exquisito;
Y las alas, que fueron para el vuelo infinito,
Como alfombra de plumas están a tus pies bellos!

Libro del amor, 1915-1917


miércoles, 23 de julio de 2014

ALGUNOS POEMAS DE MEDARDO ÁNGEL SILVA

El romanticismo, la tristeza y calidad poética de los versos de Silva fueron popularmente conocidos gracias a las adaptaciones musicales que se hizo de sus letras en las voces de grandes referentes del ámbito artístico nacional. Asimismo, con el paso del tiempo, su poesía se convirtió en un claro referente de la literatura ecuatoriana .

MEDARDO ÁNGEL SILVA



SE VA CON ALGO MÍO...

Se va con algo mío la tarde que se aleja...
mi dolor de vivir es un dolor de amar,
y al son de la garúa, en la antigua calleja,
me invade un infinito deseo de llorar.

Que son cosas de niño me dices... ¡Quién me diera,
tener una perenne inconciencia infantil,
ser del reino del día y de la primavera,
del ruiseñor que canta y del alba de abril!

¡Ah, ser pueril, ser puro, ser canoro, ser suave
trino, perfume o canto, crepúsculo o aurora;
como la flor que aroma la vida... y no lo sabe,
como el astro que alumbra las noches... y lo ignora!




OFRENDA A LA MUERTE

Muda nodriza, llave de nuestros cautiverios,
Oh, tú que a nuestro lado vas con paso de sombra,
¡Emperatriz maldita de los negros imperios,
¿cuál es la talismánica palabra que te nombra?

Puerta sellada, muro donde expiran sin eco
De la humillada tribu las interrogaciones,
Así como no turba la tos del pecho hueco
La perenne armonía de las constelaciones...
Yo cantaré en mis Odas tu rostro de mentira,
Tu cuerpo melodioso como un brazo de lira,
Tus plantas que han hollado Erebos y Letheos.

Y la serena gracia de tu mirar florido
Que ahoga nuestras almas, exentas de deseos,
En un mar de silencio, de quietud y de olvido.




LA MUERTE PERFUMADA

Convaleciente de aquel mal extraño,
Para el que sólo tú sabes la cura,
Como un fugado de la sepultura
Me vio la tarde, fantasmal huraño.

Segó mis dichas la Malaventura
Como inocente y cándido rebaño
Y bajo la hoz de antiguo desengaño
Agonizaba mi fugaz ventura...

Cual destrenzada cabellera cana
La llovizna ondeó tras la ventana...
Y aquella tarde pálida y caduca

Sentí en mi dulce postración inerte
La bella tentación de darme muerte
Tejiéndome un cordel con tu peluca.
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A UNA TRISTE

A sor María de la Consolación
Al vago de las celestes liras
Del viento que divaga en la arboleda
Cantas, y no se sabe si suspiras
O si es el ruiseñor que te remeda.

Tus negros ojos de mirar doliente
No sé en qué cuadro de Rosetti he visto,
Y me recuerdan inconscientemente
Los ojos melancólicos de Cristo.

Amo por dolorosa tu belleza:
Tu dulce faz de virgen mártir viene
Coronada de mística tristeza.

Y vale más que todo lo que existe
Tu romántico espíritu, que tiene
La suprema elegancia de lo triste.

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viernes, 4 de julio de 2014

Sin duda uno de los mejores y más recordados poemas del poeta del modernismo Medardo Ángel Silva.